Miles y miles de intentos fallidos por escribir algo legible. Algo que se pueda entender, pero me temo que soy demasiado compleja como para explicarme con claridad y detalle. De fracaso en fracaso sigo abriendo y cerrando blogs como una loca adicta a un mundo virtual, inexistente. ¿Estaré volviéndome loca? No es mucho peor que tener amigos imaginarios y hablar con ellos el hecho de escribir aquí a nadie cosas incomprensibles para los demás. La ventaja de los amigos imaginarios es que como habitan dentro de tu cabeza saben lo que significa cada palabra y lo que quieres decir, los amigos virtuales no.
En cuanto mis blogs alcanzan un número de lectores habituales dejo de escribir, me cierro de repente como una hermosa dama de noche que tan solo se abre en su intimidad, de noche, cuando nadie la ve.
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