viernes, 20 de noviembre de 2009

Proyecto Ana

Ayer buscando una cosilla para biología encontré una serie de páginas y blogs en los que te dan consejos para adelgazar. estas páginas son pro-ana y pro-mia, para quienes no lo sepáis, son páginas web a favor de la anorexia (ana) y bulimia (mia). Se me partió el alma al ver que la mayoría de las chicas que abren estos blogs tienen menos de 18 años y no se dan cuenta que las cosas que escriben pueden afectar directamente a gente tan vulnerable como ellas que buscan desesperadamente perder peso para estar delgadas. Muchas de ellas no se dan cuenta de que están apoyando una enfermedad, de hecho, no lo consideran enfermedad.

He entrado a varios chat proanas y promia y es paisaje es un poco desolador. Entran niñas de 15 años pidiendo ayuda para dejar de comer, y las presentes en el chat sin ningún tipo de objeción, le aconsejan hacer ayuno X número de días y si no pueden, les aconsejan vomitar.


Una de sus ídolos a seguir, Kate Moss

He visto blogs, foros y las fotos que ponen ellas de sus cuerpos perfectos. Yo a veces ni siquiera puedo mirar esas fotos, me da un ascazo terrible notar tanto los huesos de alguien. Ayer, fingiendo que yo también era proana hablé con una chica, menor de edad, que hacía ayunos de más de 5 días y cuando se sentía mal se cortaba la muñeca. Hay que decir que esta gente no se inventa las cosas, las mantienen en secreto de su vida física y no encuentran otra manera de liberarse más que en internet con gente en su misma condición, el problema es que ambas se apoyan en todo lo que hacen y no se dan cuenta de que lo que hacen es hacer el problema más gordo.

Bueno, pues tras mucho pensarlo he decidido que voy a entrar en ese mundo para ver cómo son las cosas y conocer a estas chicas. Por supuesto no pienso hacerme vomitar cuando ellas piensen que he comido demasiado, ni voy a seguir esa absurda dieta de ingerir solo 500 calorías.

¿Os habéís parado a pensar lo mal que se sienten consigo mismas estas chicas? Y no me refiero físicamente. Se sienten mal consigo mismas, por cómo son, se culpan de las cosas y se avergüenzan de sufrir esa enfermedad que no quieren ver.

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