lunes, 16 de noviembre de 2009

Espacio auditivo personal

Cada vez tenemos más métodos para comunicarnos a distancia, cada cual aparentemente mejor que lo anterior. Nos bombardean con publicidad de teléfonos móviles continuamente, de hecho, ahora mismo pese a estar sin tele es lo que más veo. Ya no nos ceñimos a ver la publicidad, sino que además, nosotros mismos lo hacemos, y digo yo, si hay que pagar a los ladrones de derechos de autor por poner una canción en un bar, ¿por qué no nos pagan a nosotros por hacer publicidad de marcas, canciones o películas? Por que al fin y al cabo, la opinión de los conocidos vale más que lo que anuncien.


Volviendo al tema que quería tocar, cada vez odio más los teléfonos, sobre todo, los teléfonos móviles. Soy joven y pese a eso creo que tengo una postura de "vieja cascarrabias" frente a lo que se llama "espacio personal". Sí, parece que la gente de hoy en día no sabe que cada persona tenemos un espacio personal que si no se respeta hace estar incómodos a los demás, a lo mejor esos individuos que se acercan demasiado a cada uno habiendo suficiente espacio en todo el área para que se quede a dos metros, se me ocurre pensar que a lo mejor esas personas tienen algún defecto en la amígdala cerebral, que está relacionada con la sensación de espacio personal, o en su defecto, que mi amígdala dice que tengo que tener un espacio considerable para moverme a mi aire y no solo eso, sino que además no me gusta que sonidos externos entren en mi propiedad, porque es mi espacio personal. 




¿Por qué tengo que escuchar qué ha hecho una chica con su novio el fin de semana? Y ojo, que mi molestia no viene por el tipo de conversación, prefiero escuchar eso a los heroicos actos de algún hombre que se dedica a contar a todos los que estemos a 10 metros a la redonda lo mucho que gana y lo bien que le va en el trabajo. El tema no es la conversación, mi problema es que la gente no sabe hablar por teléfono, sino que solo sabe gritar. ¿No se dan cuenta de cómo elevan el volumen cuando hablan por teléfono? La verdad que es de traca, bastante tengo con que la gente invada físicamente mi espacio personal como para que encima lo bombardeen con bombas sonoras. Mis oídos agradecerán profundamente que la persona que se sienta a mi lado no grite por teléfono, no veáis qué alivio siento cuando entra alguna chica hablando muy bajito por el móvil, qué paz, qué tranquilidad, ¡no me entero de su conversación ni daña mis queridos oídos! ¡Qué alegría! ¡Qué alborozo!


Últimamente estoy muy molesta con este tema por que una compañera mía que suele estar a menudo en mi misma habitación, no se corta un pelo al hablar por teléfono, y no solo eso, si no que además debe de estar como una tapia. Vaya chillidos pega, y encima, su conversación suele ser CHILLIDO ¿EEEHHH? CHILLIDO ¡¡QUE NO TE OIGO PONTE EL MÓVIL EN LA CARA!! GRITO ¿EEEHHH? Bien, lo de el ¿eeehhh? es porque no oye nada de lo que la dicen, cuando yo, estándo a 2 metros de distancia de ella, oigo perfectamente lo que la otra persona le dice por el teléfono. Más de una vez me han dado ganas de decirle "¡Coño! Que te está diciendo a ver si vas a salir hoy ¡sorda de las narices!" para posteriormente introducirle el móvil por donde le quepa, pero no me parece muy educado y tampoco quiero que piense que escuche su conversación, ya que si lo oigo es forzosamente, no tengo más remedio. Y no, no exagero porque alguna vez mientras ella cacareaba por teléfono me han llamado a mí y no soy capaz de oír a la persona que me habla desde el otro lado y por supuesto, la otra persona a mí tampoco. 


Y lo que es aun peor todavía, ¿por qué algunos chavales (y no tan chavales que ya he visto a unos cuantos cuarentones hacerlo) se empeñan en poner su música para todos los demás viajeros del tren o metro? Tela con los que llevan auriculares puestos, me compadezco de sus oídos, pero esos que van como sin auriculares puestos poniéndolo como si fuera una radio me ponen negra. Que no, que yo no tengo por qué ir en el tren escuchando a Carlos Baute por que a un par de niñatas (puede que menos niñatas que yo) les apetezca estar moviendo la cabeza  o canturreando. 


Bueno, después de echar estas pestes, ya puedo tener un buen día sin cruzarme a nadie así.

1 comentario:

  1. La verdad que tienes razón, la gente no sabe o no quiere respetar el espacio físico de los demás molestando tanto físicamente, como olfativamente y auditivamente. Aunque entiendo que hay casos excepcionales en los que no se puede hacer nada, pero otros tantos sí. Aun así, diles tú algo.

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